El problema para los que somos amantes de la Historia suele ser siempre el mismo: ¿cómo era el mundo antes? Y si ya hay gente a la que le cuesta imaginar el mundo de hace 50 años, no les pidamos que se imaginen el de hace 2.000 o 5.000. Esto se puede apreciar especialmente en los más jóvenes cuando se inician en la materia en los centros educativos, aunque tienen unas ocurrencias verdaderamente entretenidas muchas veces.
Los videojuegos pueden sernos de gran ayuda a este respecto, pero que quede claro que un videojuego no puede sustituir a un libro a la hora de aprender, sino que puede ser una herramienta de apoyo. Así los videojuegos pueden servir de trampolín para dar una visual de cómo podía ser el mundo y a la vez transmitir conocimientos. A este respecto vamos a hablar del Discovery Tour de Assassin’s Creed ambientado en el Antiguo Egipto y a modo ejemplificación usaré bastantes imágenes capturadas por mí en el juego.
Para comenzar, el videojuego está realizado gracias a todo el conjunto de asesores históricos que durante cinco años acompañaron al equipo que se encargó de desarrollar el videojuego Assassin’s Creed Origins. El escenario del susodicho es el Egipto ptolemaico final, es decir, en época de Cleopatra VII Filópator cuando ya se encuentra Julio César en el territorio persiguiendo a Pompeyo.
Por esta razón el juego nos muestra un Egipto en el que confluye lo helénico y lo egipcio en el territorio propiamente egipcio, pero al incluir el territorio de Cirene (actual Libia), también se muestra lo romano. Esta macedonia hace que en muchos casos se puedan observar esas diferencias en arquitectura, por ejemplo. Pero yendo al meollo de la cuestión, el videojuego permite conocer el mundo egipcio principalmente.
Para empezar, podemos escoger un avatar para dirigirlo en el juego, estando entre los existentes, desde un humilde campesino griego o egipcio, hasta una noble griega o egipcia. No falta tampoco el actor, los niños, los soldados (romano o griego), los protagonistas del juego principal, o incluso personajes históricos. Estos últimos tienen tres opciones: Julio César, Cleopatra VII o Ptolomeo XIII.
Rutas históricas
El Discovery Tour cuenta con un total de 72 rutas distintas de diferente duración y que se organizan en 5 conjuntos: Egipto, Pirámides, Alejandría, Vida diaria y Romanos. La primera es un compendio que conjuga desde regiones, ciudades, monumentos históricos y cuestiones geográficas, historiográficas y en cuanto al desarrollo del juego principal. Cada ruta se encuentra compuesta por paradas, en las que se hacen breves explicaciones a las que se acompaña con imágenes de obras de arte, textos y otros elementos históricos debidamente referidos.
En esta misma ruta no se puede pasar sin prestar atención a cómo se puede dar un primer paso en la egiptología, pues varias rutas se centran exclusivamente en egiptólogos y cómo se fue desarrollando el estudio de la historia del Antiguo Egipto.
Aquí también se muestra la historia de Cirene y la Cirenaica, conociendo la historia de ambas. Incluso se nos regala la oportunidad de ver varios de sus edificios y obras de arte más insignes que se encontraron en el yacimiento de la ciudad recreados. Todo en base a los estudios existentes.
Hay también mención a elementos poco conocidos a nivel popular. Tales como el silfio (una planta medicinal y abortiva según los antiguos) o el natrón y su extracción, empleado en el secado de los cuerpos durante la momificación.
En la ruta de las pirámides (una de las principales a mi entender), obviamente conoceremos las pirámides principales de Egipto y algunos de los complejos funerarios conocidos, pudiendo visitar por dentro y por fuera varias de las presentadas. Estas pirámides son las de Zoser, Jufu (Keops), Sneferu (Snofru), Khafre (Kefrén) o Menkaura (Micerino), sin olvidar la Gran Pirámide de Guiza, región donde también conoceremos todo lo relativo a la Esfinge, la cual ha sido colorizada y restaurada en base a las teorías existentes. Y en el caso de la Gran Pirámide y la pirámide de Zoser podremos sentirnos exploradores internándonos en su interior, maravillándonos con las decoraciones o los tesoros históricos que se pueden descubrir (a veces un poco excesivo en cantidad).
Las rutas de la ciudad de Alejandría nos presentan la historia de la ciudad bajo los Ptolomeos, su urbanismo y destacados edificios que conocemos, como es el caso de la Biblioteca de Alejandría, el Faro de Alejandría o el Serapeion (templo del dios Serapis). Y aquí hay un elemento que me parece maravilloso: podemos ver la tumba de Alejandro Magno, pues se cree que acabó en la ciudad traído por Ptolomeo. También se tratan temas como la educación en la ciudad o la muerte de la famosa Cleopatra.
La otra gran sección es sin duda la relativa a la vida diaria. En esta podemos ver el proceso de momificación al completo, viendo incluso al sacerdote sacar las vísceras del cuerpo y depositarlas en los vasos canopes. Se puede aprender también sobre la forma de construir o los amuletos y los rituales, la agricultura y todos los cultivos y técnicas agrícolas. Hay también rutas específicas para la producción del vino, el pan y la cerveza. Además se muestran hasta animales domésticos momificados, pinturas, bocetos y dibujos, momias reales, papiros medicinales o telas que han llegado hasta nosotros. En esta ruta las posibilidades de aprendizaje son máximas no sólo por la variedad de rutas, sino por la cantidad de material que acompaña a todas ellas y la forma sencilla de explicarlo todo.
El grupo de los romanos es la más corta y sencilla, explicando brevemente algunos elementos referentes al aparato bélico y la provincia de la Cirenaica. Lo que más se puede destacar de las rutas puede ser lo relativo a los acueductos y la crucifixión, pero sobre todo por la presencia de las estructuras y su construcción en el caso de los primeros, y en el caso de los segundos por su explicación.
Una ambientación magnífica
Antes de nada quiero empezar por los romanos, que son el gran error del juego. En cuanto al rigor, los soldados romanos cuentan con una nutrida cantidad de errores históricos entre los que se incluye la vestimenta en general o la panoplia específica de los “centuriones”. A estos los arman con hachas o parecen más Conan que centuriones históricos. Los arqueros, por el contrario son bastante decentes. Pero en cuanto a estructuras, en el caso de Cirenaica podemos ver el templo de la acrópolis con el emblema de los romanos empleado en el juego pintado en liso en el frontón. El otro gran error es cómo la ciudad de Alejandría está inundada de pendones con el emblema romano, como si se encontraran en plena fiesta y esa fuera el banderín de los festejos.
Salvando estos errores, la ambientación es maravillosa. En el interior de las pirámides podemos observar paredes totalmente detalladas con pinturas y jeroglíficos, las ciudades están desarrolladas en base a los trabajos de Jean Claude Golvin, cuyo trabajo se menciona en varias rutas y se muestra las pinturas que hizo para el juego. Estamos hablando de un juego en el que podemos visitar templos egipcios, las ruinas de los primeros faraones, las mastabas y las pirámides, navegar por el Nilo. Ver cómo eran ciertos procesos, cómo cambia la geografía, la fauna y la flora. Es posible ver los templos en su interior, la policromía del Antiguo Egipto, rituales y ceremonias.
Es todo un conjunto que permite dar ese soporte gráfico que permite hacer las delicias de todo el que quiera visitar el Mundo Antiguo de Egipto. Da igual si se es un veterano, o un neófito. Lo que está claro es que este juego es una magnífica forma de presentar un visual del Antiguo Egipto y fomentar el interés por profundizar en su historia.
Imágenes
Todas las imágenes han sido tomadas del videojuego Assassin’s Creed Origins: Discovery Tour por el autor.
Gladius et Stilus 