Thermae Romae. Roma y Japón desde el baño

Como agradecimiento por haber superado las 2.500 visitas, hoy os traigo una nueva recomendación para los que os guste la Antigua Roma y a la vez el manga. Nos encontramos ante una saga de mangas ambientados en la Antigua Roma y en el Japón del siglo XXI. Os recuerdo que estamos ante una obra para el ocio, peeero con la que también se pueden descubrir datos interesantes sobre ambos pueblos. Sobre todo de Roma y sus termas.

La razón de ser de esta obra está en que Thermae Romae es un homenaje a Roma, pero a la vez una manifestación de la óptica de Mari Yamazaki, su autora. Esa se basa en cómo tanto romanos como japoneses cuentan con un rasgo común: una cultura en torno a los baños. Y con esto, en cada tomo toca aspectos diferentes de este paralelismo anacrónico.

Como le sucede a mucha gente, Yamazaki siente una profunda admiración y pasión por la Antigua Roma. Una civilización de la que todavía hoy se siguen descubriendo nuevas cosas. Fruto de la pasión que esta mujer tiene por Roma, comenzó a escribir esta obra gráfica. Puede parecer algo simplón, pero no debemos olvidar que de todo se puede aprender y en cualquier sitio puede despertar la pasión por la Historia.

De esta forma Yamazaki nos trae toda una saga en la que el protagonista, un ingeniero romano contemporáneo al emperador Adriano llamado Lucius Modestus, tiene un montón de experiencias sorprendentes. Este hombre se dedica a la realización de termas , los baños públicos romanos, pero ha perdido la inspiración. Mediante esta baza, Yamazaki hace un ejercicio (sano a mi juicio) de ucronía y de «y si…» que puede llevarnos a interesantes reflexiones. Para ello Lucius va a viajar en el tiempo siempre a través del agua, lo que une a ambos pueblos.

Figura 1: Portada del primer número de Thermae Romae

Ahora bien, aunque el manga ya tiene sus añitos porque fue publicada entre 2000 y 2008, también tiene anime. Incluso tiene película, pero debo admitir que no he tenido redaños para verla.

Tanto si quieres leerlo o verlo (te recomiendo que lo leas), en cada tomo o capítulo Lucius será nuestro hilo conductor a través de las termas para aprender cosas sobre las termas romanas y la costumbre romana a este respecto. Por ejemplo, aprenderemos cómo se construían las termas, qué útiles empleaban los romanos para limpiarse en ellas, un poquito de arquitectura romana, o incluso cuestiones culturales como qué eran los tintinnabula. Porque sí, Roma y Japón también tienen algunas cositas similares sobre los genitales.

Todo esto, recordaros, sucede en un manga. Para los que no estéis muy puestos, y salvando las distancias, es un cómic al estilo japonés (realmente los cómics están inspirados en los mangas). Normalmente son en blanco y negro, y se leen de derecha a izquierda (esto porque así se lee y escribe el japonés). Y algo que podréis ver como algo delicioso es el gran detalle que se pone en el dibujo de los edificios.

La temática

A modo de excusa, en todos los capítulos el protagonista se mete en el agua. Ya sea unas termas romanas, un lago de una villa romana, o unas aguas termales. Esto va a ser siempre lo que hará que nuestro amigo aparezca en el Japón actual. Pero no os imaginéis que el acto de presencia es constantemente en un onsen japonés urbano (un baño público). No. Puede aparecer tanto ahí como en un onsen tradicional, como en mitad de una fontanería con bañeras, duchas e inodoros.

Lo que le sucede entonces es que, bien por medio de los japoneses, bien por su curiosidad, acaba haciendo descubrimientos que a ojos modernos pueden ser un poco raros (si somos occidentales) de la cultura higiénico-sanitaria nipona. Pero claro, para nuestro protagonista una botella de cristal con zumo de frutas, un váter japonés con lucecitas, banda sonora y el «chorrito» limpiador o la cesta para la ropa, son cosas que lo dejan estupefacto. Anonadado. Y esto, una vez vuelve a Roma con el chapuzón mágico, lo intenta trasladar a su tiempo.

Figura 2. Captura del primer capítulo de Thermae Romae (fuente propia)

El primer tomo

En esta entrega conoceremos a Lucius, quien sigue construyendo termas al estilo antiguo. Algo que parece que no gustaba. Vamos que sus ideas no marcaban tendencia y no había nadie que estuviera interesado en sufragar sus termas. El pobre no tenía ideas y eso le martiriza.

Será entonces que este hombre se zambullirá en su particular Delorean, que lo lleva al Japón moderno. Allí va a conocer cosas como la visera que usan los japoneses para que el jabón no entre los ojos cuando se enjabonan el pelo, la costumbre de pintar paisajes en los onsen, los métodos curativos tradicionales mediante calor en los onsen tradicionales y cosas similares.

Estos descubrimientos que hace Lucius de los caralargas (así llama a los japoneses), hace que entre en cierta crisis, pues ve herido su orgullo romano tantas veces como novedades encuentra. Aun con todo, impera el rasgo cultural romano del sincretismo. Este no es otro que el de adoptar aquello que puede ser útil (y si es posible, mejorarlo). Así que nuestro protagonista se lleva a Roma llo que descubre, provocando que empiece a adquirir importancia en su sociedad por medio de sus termas. Tanto es así que el propio emperador Adriano lo requerirá para servirle en la realización de unos baños privados.

Y de esta forma podríamos concluir esta primera entrega. Espero que os haya gustado tanto como para mí ha sido el hacerla. Me gustaría añadir que en este manga podemos encontrar una forma de aprender, pero también de motivar. A día de hoy, que nos cuesta tanto que los más jóvenes lean, esta puede ser una buena forma de integrarlos en la lectura. Los mangas y los cómics no son más que una forma distinta de leer (incluso de aprender), y lo que debería primar para hacerla es el poder leer algo que guste.